(Esp) Comunidad de viviendas situada en la localidad de Majadahonda con una superficie de intervención cercana a los 8000 m2. La parcela se desarrolla con forma casi rectangular, con la particularidad de ser atravesada por un canal de hormigón no accesible perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Tajo.
El espacio de intervención se encuentra limitado por el camino peatonal que circunvala las viviendas y las edificaciones adyacentes situadas en una cota superior. Se compone de zona de esparcimiento, piscina y gimnasio en un extremo, padel y zonas estanciales en el otro. Espacios infantiles y de relax se distribuyen en el área central del jardín.
Todos estos espacios se comunican mediante paseos de arena estabilizada que resultan de tránsito cómodo, son permeables y de fácil mantenimiento. Intercalados en este recorrido aparecen los gaviones de piedra, creando diferentes espacios estanciales acompañados de bancos de madera, así como de pavimento de caucho y arena para las zonas infantiles.
Acompañando a este recorrido se suceden el arbolado y la vegetación asociada, que por un lado abrazan las zonas estanciales y por otro sirven de barrera frente a los elementos exteriores. Se emplearon ejemplares de Acer x freemanii, Carpinus betulus o Liquidambar styraciflua para el arbolado. Mientras que las plantaciones estaban compuestas de Cistus x florentinus, Salvia x greggii, Stipa tenuissima o Phormium tenax.
La iluminación se realiza mediante farolas de diseño esbelto que alumbra tanto al recorrido como a las áreas estanciales de manera suave y clara.
En este diseño, realizado en colaboración con el estudio de arquitectura Cordero y Viñas, se pretendía generar espacios de carácter frente a la linealidad de la parcela aprovechando los elementos que nos brindaba. Las líneas quebradas articulan el espacio de forma dinámica, imbricándose con los diferentes espacios estanciales; de esta manera se genera un entorno visiblemente sugerente tanto al vivirse desde dentro del jardín como al contemplarse desde las viviendas.
Las zonas ajardinadas acompañan y refuerzan ese juego geométrico, basándose los principios de diseño en la simplicidad, la evocación al entorno mediterráneo y el empleo de especies adaptadas al medio que propiciasen el mínimo consumo de agua y un bajo mantenimiento.